
El creacionismo literario fue un movimiento que surgió en los comienzos del siglo XX y que cuenta con unas características principales bien detalladas, sobre todo en los países originarios como fueron España y Francia, aunque con el tiempo otros países que se encuentran en Latinoamérica se fueron sumando a este nuevo movimiento literario, aportando su pequeño granito de arena para perfeccionarlo. Si estás interesado en conocer qué es el creacionismo literario como también las características más importantes, te aconsejamos que sigas leyendo puesto que lograrás comprender este estilo literario.
Definición del creacionismo literario
Como hemos mencionado en la introducción, este movimiento se originó en España y parte de Francia a comienzos del siglo XX, aunque poco a poco fue expandiéndose por el resto del mundo, aunque no en todos los lugares caló tanto como lo hizo en los países mencionados y en los latinoamericanos.
El creacionismo literario nace de la mano de un poeta chileno llamado Vicente Huidobro, pero que en ese tiempo residía en España y finalmente fue a parar a Francia, donde perfeccionó la técnica, por este motivo se le considera el padre indiscutible de este movimiento, aunque él siempre ha comentado en diferentes escritos y entrevistas que se le realizaron en su época que nunca buscó crear un estilo literario, sino que simplemente quería plasmar sobre el papel su creatividad. Aunque al principio el autor bebía de algunos de las corrientes literarias que había tanto por Francia como por España, este fue creando su propio estilo, perfeccionándolo, como bien se puede seguir en sus obras, ya que si se leen de manera cronológica se puede apreciar un antes y un después.
El creacionismo literario es una manera de ver la vida, es una manera de alejarse por completo de la realidad, de lo que está ocurriendo en la sociedad para centrarse en otros temas que no se encuentran en la vida diaria, sino que se recurre principalmente a otros temas y sobre todo a evitar plasmar en la poesía o en la prosa lo que está ocurriendo en el mundo. Cabe destacar que por aquel entonces había una gran recesión a causa de las Guerras Mundiales por lo que al escribir lo que Huidobro buscaba era evadirse de la realidad, tacharla y crear una nueva que, aunque con matices ilógicos, pudiera lograr que el lector pudiese olvidarse por un momento del mundo en el que vivía.
Características principales del creacionismo literario
Antes de hablar de las características y autores del creacionismo literario, queremos hacer un paréntesis y comentar que este movimiento nada tiene que ver con el creacionismo religioso en el que podemos descubrir que Dios fue el creador del mundo en todos los aspectos, sino que se trata de la utilización de la creatividad, de la imaginación para poder crear mundos diferentes y situaciones que no se han dado jamás en la vida diaria. En ese aspecto, tiene alguna que otra similitud con el creacionismo religioso, ya que el escritor se vuelve una especie de dios todopoderoso que es capaz de crear un mundo, unos personajes y unas situaciones nunca vistas y estas las plasma en el papel de muy diferentes maneras.
Dentro de la originalidad que se buscaba al crear los textos, se buscaba la relación de diferentes metáforas o incluso palabras que no existían y que debías de intuir qué significaban. Estas creaciones eran completamente libres y su valor ganaba cuantas más metáforas y otros significados pudiesen estar en la poesía o en el texto.
Cabe destacar que, al crear algo nuevo dentro del creacionismo literario, no existía ninguna norma a seguir, es decir, no se regían por nada y por lo tanto, bien podían escribir en horizontal, en vertical, con formas cuadradas o triangulares o incluso en espiral, haciendo que el lector tuviese que leer el texto moviendo el folio o el libro.
Al valer absolutamente todo, los autores pueden en este movimiento escribir una frase en español, otra en francés o en alemán y así durante todo el texto, ya que no se busca una comprensión lógica del texto que se está exponiendo, sino que se busca crear algo diferente, algo que no haya sido visto con anterioridad y sobre todo sorprender y hacer todo lo posible para que el lector y también en este caso el escritor pudiese evadirse de su realidad.