La civilización egipcia es conocida en el mundo contemporáneo sobretodo debido a dos aspectos, la creación de grandes pirámides y la momificación de los cuerpos de las personas fallecidas. Ambos elementos tienen un objetivo común, la alabanza a la muerte y el respeto a la vida más allá. Explicamos en qué consiste una momificación, por qué se realizaban y cuál es la leyenda tras las momias.
Momificación
Los primeros ciudadanos del Antiguo Egipto enterraban a sus muertos en pequeños pozos o fosas en el desierto, el calor y la sequedad de la arena deshidrataban los cuerpos rápidamente dando a los fallecidos un aspecto todavía de persona viva durante muchos días, es lo que se conoce como momias naturales.
Más tarde, los egipcios comenzaron a enterrar a sus muertos en cofres para protegerlos de los animales salvajes del desierto. Sin embargo, pronto observaron cómo los cuerpos dentro de los cofres se desconponían con mayor facilidad puesto que no estaban en contacto directo con el calor y la sequedad de la arena desértica.
Siglo tras siglo, las técnicas de momificación, es decir, las técnicas para preservar el cuerpo tras la muerte fueron desarrollando hasta tal punto que se podía mantener un aspecto vivaz en muertos desde hace años. El proceso incluye un embalsamamiento y limpieza del cuerpo, una vez realizado se envuelve al fallecido con telas y bandas de lino. Este proceso se conoce como momificación.
Proceso de momificación
Este proceso se llevaba a cabo en las casas de la muerte, que se convirtieron en verdaderos artistas de la trata de cuerpos inertes. El proceso estaba compuesto de 5 pasos:
- Maceración en natrón durante 70 días para deshidratar el cuerpo.
- Extracción de las vísceras del fallecido salvo corazón y riñón.
- Lavado y purificación del cuerpo a base de ungüentos, resinas y perfumes.
- Fajado del cuerpo. Se envuelve el cuerpo con vendas.
- Se coloca el cuerpo en un sarcófago.
El sarcófago y las vendas se decoraban con escrituras y pinturas con carácter simbólico. Según el nivel adquisitivo del enterrado, el proceso de momificación era más exhaustivo y los ungüentos utilizados venían determinados por el dinero que pagaba la familia del difunto.
Una vez concluido el proceso de momificación, el sarcófago se enterraba en la tumba y con él todo tipo de objetos de gran valor para el fallecido, comida, bebida, ropa, dinero… para que los pudiera utilizar en la otra vida.
Los órganos retirados del cuerpo del difunto durante el proceso de momificación se almacenaban en los vasos canopos. Esto se realizaba en los primeros años de la historia egipcia, más adelante los órganos internos se devolvían al cuerpo una vez extraídos y disecados.
¿Por qué se momificaba a los muertos?
Los antiguos egipcios creían que cuando alguien moría, su alma abandonaba su cuerpo. El alma volvía al cuerpo y se reuniría con él una vez el fallecido fuera enterrado. Sin embargo, el alma debía ser capaz de encontrar y reconocer su cuerpo para de este modo vivir eternamente.
Cuando se enterraba al cuerpo se realizaba un ritual denominado “La apertura de la boca” que permitía al fallecido comer y beber de nuevo, en definitiva permitía que el alma entrara de nuevo en el cuerpo.